lunes, 25 de febrero de 2008

De cine

Ahora ya se me ha pasado un poquito la euforia de la tarde de ayer, pero no del todo, así que ahí va....¡¡¡HE VISTO A GEORGE CLOONEY!!! ¡¡¡Y A JOHNNY DEPP!!! Bueno, y a Harrison Ford, Viggo Mortensen, Javier Bardem, Sean Combs, Tommy Lee Jones, Daniel Day Lewis, Wesley Snipes, Seal y Heidi Klum, Laura Linney, Sissy Spacek, Helen Mirren, Katherine Heigl, Calista Flockhart, Penélope Cruz, Cate Blanchett, Cameron Diaz, Anne Hathaway... y a muchos otros que he reconocido después, al ver las fotos en prensa. La más guapa: Heidi Klum. El más guapo: George Clooney, sin duda.

Pruebas de todo esto, no tengo muchas, porque según apareció Mr. Clooney, que fue de los primeros, me di cuenta de que tendría que tomar la decisión de ver o hacer fotos, así que decidí centrarme en ver todo lo que pudiera. AA sí que siguió practicando la fotografía durante todo el desfile de celebrities y, considerando las circunstancias, los nervios y la velocidad con que pasaba todo, hizo unas fotos increíbles.


Como no sé si se apreciará bien en las fotos, no puedo dejar de decir que a Harrison Ford y a mi amigo George les tuvimos realmente cerca (jeje).

Cuando todo terminó y comenzó la ceremonia, nos refugiamos en un diner cercano con un grupo de españoles que también habían acudido a la alfombra roja, y vimos el principio de la gala por la tele. Ni que decir tiene que nos pusimos a gritar como locos cuando Bardem se llevó el Oscar y habló en castellano.

En fin, que se me quedan muchas cosas fuera, pero que fue un día increíble y que ésta es una de las razones por las que estar aquí es una experiencia única. ¿En qué otro sitio puede verse a George Clooney y Johnny Depp en media hora?

Por cierto, los más majos: Clooney y Bardem.

viernes, 22 de febrero de 2008

De lo que cunde un fin de semana (II)

LA está en plena temporada de premios y ceremonias. Nosotras tenemos sed de celebrities. La combiación de estos dos hechos da lugar a peregrinaciones agotadoras a lugares como el Shrine Auditorium hace unos meses (los premios Emmy), el Staples hace unos días (los Grammy) o el Kodak Theatre el domingo (los Oscar).
¿El resultado?: Una butaca en primera fila para presenciar la paranoia absoluta y exagerada que puebla este país. No hay forma humana de acercarse a las estrellas. Ni siquiera de verlas desde lejos, a no ser que alguien te ofrezca a última hora y mientras esperas junto a la valla, dos entradas para presenciar el espectáculo desde dentro, mientras los que estaban esperando contigo practican miradas aniquiladoras para poder arrancarte las entradas de la mano.
Sí, como era de esperar conociendo nuestra suerte, nosotras fuimos las de las miradas, no las de las entradas.
En fin, ya veremos qué pasa el domingo, pero me temo que el teatro Kodak será una auténtica fortaleza. Aún así, nosotros seguiremos con nuestros planes de irnos de excursión a Hollywood Boulevard.

martes, 12 de febrero de 2008

De lo que cunde un fin de semana (I)

El pasado fin de semana dió para mucho. Las distintas actividades, variadas y de éxito dispar.
Todo empezó con una visita obligada, y pospuesta desde hacía ya demasiado tiempo, a uno de los grandes mitos del cine.


Y después de presentarle nuestros respetos, nos dirigimos, todo lo deprisa que pudimos, a ver a un montón de chinos en el desfile por el Año Nuevo: dragones, carrozas,


y animadoras (?)











En este punto, no puedo dejar de mencionar el t-r-e-m-e-n-d-o y asfixiante calor en el que presenciamos el desfile. Hemos vuelto a los pantalones cortos, las sandalias y los tirantes. Espero y deseo que esta vuelta al verano sea sólo temporal, porque la idea de no volver a ponerme un abrigo hasta el otoño que viene hace que empiece a contemplar las distintas formas de suicidio a mi alcance.