miércoles, 29 de agosto de 2007

¿Alguien se apunta?

No sé si serán noticias nuevas. Yo me enteré hace unos meses, pero hace poco he tenido una conversación sobre ello y no he podido evitar mencionarlo.

Alguien ha escuchado mis súplicas. Por fin se les ha ocurrido. ¡Un parque temático de Harry Potter! Bueno, una zona nueva en el parque de Universal en Orlando, pero ¡qué más da!

¿Es normal que me haga tanta ilusión? No lo sé, lo único que puedo decir es que la perspectiva de ver y pasear por Hogwarts me hace ridiculamente feliz. Hace mucho que acepté mi yo más infantil. De todas formas, toca esperar hasta 2009.


martes, 28 de agosto de 2007

Viaje con nosotros...(II)

Después de nuestra experiencia de la jornada anterior, AA y yo decidimos arriesgarnos y embarcarnos en otra aventura proporcionada por el transporte público de LA. Esta vez decidimos incluir el metro como medio de transporte, por probar a ver qué tal. En esta ocasión el destino lo merecía: Universal Studios.


Tenía un gran recuerdo de este parque y de sus atracciones basadas en algunos de los exitazos del cine made in USA, y he de decir que no me ha decepcionado. Es una visita obligada para quien viaja por esta zona. Por unas horas, pierdes la noción del tiempo y de la realidad y lo que más te ilusiona es ¡hacerte una foto con Bob Esponja!

Nos montamos en todas las atracciones que pudimos, y entramos a la mayoría de los espectáculos, desde una montaña rusa por el Antiguo Egipto de La Momia, a una versión de Shrek en 3D (o 4D, según se mire, ya que el agua mojaba de verdad), pasando por el típico tutuki, versión Jurassic Park.

Sin embargo, fue la primera de las atracciones la que nos dejó una huella imborrable durante todo el día. Imborrable por la cara de susto que se nos quedó. Decidimos entrar al ver que pasaban niños y que, según el mapa, era un paseo por escenarios de peliculas de terror. Así que pensamos que era eso, un paseo.

Imaginad entrar en una 'Casa del terror' y convertirte en un auténtico imán de asesinos y criaturas varias. La cosa empezó a calentarse cuando una auténtica momia salió de la nada para plantarse literalmente ante mi cara de pánico. AA y yo anduvimos agarradas durante todo el trayecto (que no era corto), sorteando a Drácula, a Frankenstein, a Chucky (ahora no hacía tanta gracia, M), al tío de la motosierra a través de un pasillo en el que teníamos que apartar los cadáveres ensangrentados colgados del techo para poder pasar,...¡qué sé yo a quién más! Salían de todas partes.


La cosa no hubiera sido tan grave de no haber sido porque literalmente iban a por nosotras dos, llegando a abandonar su puesto habitual para seguirnos. Frankenstein llegó a acercarse a AA por la calle. Mientras tanto, los que iban delante y detrás de nosotras se partían de la risa por el fabuloso espectáculo de vernos chillar como locas cada dos metros.

Una de las partes más interesantes del día fue el tour por los estudios. Se recorren algunos sets de peliculas y series a bordo de un trenecillo. A nosotras se nos ocurrió la brillante idea de reservar plaza para un tour en español. Así que nos vimos embarcadas en el tren 'latino' con una pirada bastante boba como guía que hacía sonar reaggeton -o como c*** se escriba- cada cinco minutos por todo el tren (sí, correcto, la que pensais, la de la gasolina). Pero bueno, vimos muchas cosas interesantes













Sí, es la casa de Gabrielle en Mujeres Desesperadas y el Motel Bates, de Psicosis.
Como se puede ver, fue un gran día en el que por unas horas tuvimos doce años otra vez. De vuelta a casa, un metro y tres buses después, me dio por pensar en por qué será que a los seres humanos nos da por pasar miedo y sufrir en nuestro tiempo de ocio, ya sea en una montaña rusa, viendo una pelicula de miedo o entrando en la casa del terror.

Será por la adrenalina. Me gusta esa respuesta, porque la otra que se me ocurre es que somos un poco idiotas.

lunes, 27 de agosto de 2007

Viaje con nosotros...(I)

Cada vez que he viajado al extranjero he pensado lo mismo: fuera de España el transporte público apesta. Y eso hace que en España nos quejemos de vicio. Si alguien tiene alguna pregunta sobre el transporte en LA, aquí estoy. Este fin de semana he hecho un curso intensivo.

Aún no he hablado de AA. AA es otra otra chica de España, de Cantabria concretamente, que está en Santa Monica, currando igual que yo, y que ha hecho mucho más fácil mi primer mes aquí (ella me lleva uno de ventaja) de lo que lo hubiera sido sin ella.
Pues bien, como AA y yo teníamos el fin de semana libre, decidimos hacer algo distinto a nuestra rutina semanal. Aunque parezca mentira, estando donde estamos, ninguna de las dos había pasado un día 'de playa', así que decidimos ir a Malibu porque, ¿qué mejor sitio?...¿no?
Pues bien,...NO. Malibu es una playa, SÓLO una playa. Y n-a-d-a más. Ni siquiera es una playa maravillosa. La nuestra de Santa Mónica es muchísimo mejor, así que no creo que volvamos a aparecer por allí.

Pero bueno, a lo que iba. Hacia las 3.30 pm nos fuimos de la playa para coger el bus de vuelta. Una hora y media, y dos autobuses llenos pasando delante de nuestras narices después, por fin pudimos subirnos a un bus con destino Santa Mónica. Sólo que ahí no acaba la cosa. Un accidente había colapsado la Pacific Coast Highway (nuestra ruta) más o menos aquí, así que el bus se movía a paso de tortuga, literalmente a saltitos. Si no hubiera sido por los pasajeros que iban a bordo, habría sido una pesadilla. Pero, como siempre que se juntan un grupo de latinos, nos encargamos de llevarlo con mucho sentido del humor.
Así que una hora y media después de habernos montado (y van 3), el conductor nos dejó tirados en mitad de Pacific Palisades (no lo bastante cerca de casa), así que ahí nos veis a todos los pasajeros, la mayoría hablando en castellano, andando juntos por la calle en busca de una parada de otra línea de autobús. Y fue aquí cuando AA y yo empezamos a reírnos a carcajadas de manera incontrolable ante la escena que estábamos viviendo. Según ella, y lo suscribo, parecía que íbamos a recoger naranjas.

Pero bueno, todo parecía estar destinado a un final feliz al aparecer por fin el autobús metropolitano de Santa Monica, si no llega a ser por la conductora kamikaze que nos llevó a toda velocidad por una calle larguísima, llena de curvas y cuesta abajo. Mientras AA tenía una cara de susto que no veas, yo no pude sino volver a reirme a carcajadas ante lo surrealista de la escena, y de la tarde que llevábamos a cuestas.

Por fin aparecimos en el centro de Santa Monica, una zona que ya reconocemos como 'casa', con ganas de besar el suelo más que de pisarlo, y nos fuimos de cabeza a por algo para cenar (aunque no eran más que las 8, llevábamos unas 7 horas sin probar bocado). ¿Y qué es lo mejor que se puede comer después de un día así? Pues sí, comida basura: hot dog, patatas y mega-batido de Oreo en el mejor sitio: un Johnny Rockets, una cadena de diners típicamente americanos, en cuanto a carta y decoración.



¡Y pensar que nuestra idea inicial era ir a la playa, volver a casa, descansar un rato, arreglarnos y salir de fiesta!
Ni que decir tiene que después de cenar tuvimos que coger otro bus para ir a casa.
No sé qué fue lo mejor, o lo más surrealista, si el viaje en autobús con todos esos mexicanos riéndonos de cualquier bobada, el tío que paró con su coche mientras esperábamos al autobús para ofrecerse a llevarnos, la peregrinación en grupo para 'recoger naranjas' o el cochecillo rojo con las ventanillas bajadas que, mientras esperábamos al primer bus, pasó delante de nosotras con Héroes del Silencio sonando a todo volumen. Aún así, hacía mucho que no me reía tanto.
Al parecer AA es gafe, y yo también, así que la combinación de las dos es brutal. Y es que todo empezó con AA diciendo "¿Te imaginas que el bus viene lleno y no para?"

viernes, 24 de agosto de 2007

Tecno-adicciones

Aparentemente, no puedes pasearte por LA sin llevar contigo una serie de gadgets imprescindibles



Da la sensación de que la gente por aquí tuviera la necesidad patológica de estar siempre ocupada, y muy especialmente de estar permanentemente comunicados y localizables.
Yo, personalmente, he terminado de enamorarme del omnipresente blackberry (ya me hacía tilín en España) y, aunque aún no ha caído en mis redes, sé que no me iré de aquí sin que mi vida dependa de uno. ¿Será porque es el único gadget de la lista que me falta para completar mi colección de tecno-adicta? No sé, S, ¿tu qué crees?

Beverly 'Pink'

La semana pasada estuve paseando brevemente por Rodeo Drive. Realmente los 'nativos' de Beverly Hills son de una especie diferente.
La gente de Santa Monica tiene una apariencia relajada, de permanente estado de acabo-de-venir-de-la-playa. Pero Beverly Hills es otra historia. Pensad en Paris Hilton o Victoria Beckham. Pues las hay así. Y no una ni dos. ¡Y qué decir de las parejas que se visten a juego!

Puedes sentarte en la terraza de un café en una de sus calles o en un Pinkberry, al parecer lo último de lo último (aunque no es más que la versión pija del yogur con cereales de toda la vida) y no dejar de sorprenderte con lo que ves, con la gente que ves (y con las bolsas que ves).

martes, 21 de agosto de 2007

Hello!!

Quiero empezar este proyecto con un saludo para todos los que están leyendo estas líneas, los que leerán algunas futuras e incluso para los que no las leeréis pero estais en mi memoria igualmente.

Escribo este post, y los que seguirán, desde Santa Monica, California (desde ahora, CA)


No llevo aquí ni un mes y ya me siento como en casa. Tengo la sensación de llevar aquí meses, y es que estas últimas semanas han sido muy intensas.

Por fin pisé New York!!! (los que me conocen ya saben lo que eso significa para mi). No puedo contar gran cosa porque la visita a NYC se redujo a un tour de unas pocas horas de duración, pero yo estuve todo el tiempo con los ojos como platos pensando "¡estoy aquí, estoy aquí!".


No pienso irme de este país sin pasar unos días en esa ciudad y disfrutarla a fondo.

La visita a NYC se debió a un interesantísimo (sólo que no) curso que tuve que hacer los tres primeros días de estancia en USA. El curso fue en New Jersey, a unos 15 minutos de NY, y de ahí la visita.

Es curioso observar cómo nos comportamos los seres humanos: 23 nacionalidades distintas en el curso y cada uno acabó rodeado de personas de su mismo país o con las que pudiera hablar en su propia lengua. Así, yo pasé esos días con un grupo de mexicanas con las que me lo pasé genial, antes de volar cada una a distintos destinos de la geografía americana.

Y el mío: LAX, el aeropuerto de LA. Y empieza el juego!


Así que aquí estoy, con la cabeza aún a medio camino entre España y California, pero teniendo claro que venir aquí ha sido una de las mejores ideas que he tenido, aunque os eche mucho de menos. MUAC MUAC.