De todas formas, sean cuales sean los próximos planes, no pueden ser peor que la tarde del pasado domingo. Nunca se me habría ocurrido utilizar un trípode como arma letal. Gracias al sentido del humor y a AA, porque si me hubiera tocado pasar esa tarde sola hoy habría unas cuantas rubias menos en el mundo (bueno, sin AA tampoco habría tenido el trípode). Aunque he oido que las luces de Navidad son estupendas para estrangular...
Menos mal que la mañana no estuvo nada mal: visita a una estupenda exposición sobre Dalí en el LACMA, con avistamiento de Jodie Foster incluido. Sí, sí, ahí estaba, a nuestro ladito. Si es que, como dicen por aquí, ¡esto es Hollywood!